HISTORIA DEL CARNAVAL CARIOCA El origen del Carnaval es algo que todavía está indefinido. Por varios años grandes historiadores intentaron encontrar su origen, dentro y fuera del Brasil. Algunos relacionaron el comienzo de las fiestas carnavalescas con los cultos hechos por civilizaciones antiguas para pedir una buena cosecha; otros historiadores afirman que su inicio habría ocurrido más tarde, en Egipto, con danzas, fiestas y personas enmascaradas. El brasileño Hiram Araújo, estudioso, investigador y, por sobre todo, apasionado por el Carnaval, relata en su libro "Carnaval: seis milenios de historia", que el origen de esta fiesta no tiene como ser precisado con exactitud. Tal vez pueda ser ligado a los cultos agrarios, a las fiestas egipcias y, más tarde, al culto a Dionisio, ritual que acontecía en Grecia, entre los años 605 y 527 a.C. Lo cierto es que la danza, los festejos, los cánticos y la celebración, siempre estuvieron presentes en la vida y en la evolución de los hombres y las sociedades. Así como el origen del Carnaval, las raíces del término también se han constituido en objeto de discusión. Para unos el vocablo viene de la expresión latina "carrum novalis" (carro naval), una especie de carro alegórico o carroza en forma de barco con el cual los romanos inauguraban sus fiestas. Para otros la palabra sería derivada de la expresión del latín "carnem levare", modificada después como "carne vale!" (adiós carne), palabra originada entre los siglos XI y XII que designaba al miércoles de cenizas que anunciaba la supresión de carne debido a la Cuaresma. Y en Brasil...? En Brasil el origen del Carnaval no es menos controversial. Algunos se basan en la fiesta hecha por el pueblo para recibir a la Familia Real en Brasil como punto cero del Carnaval; otros citan la aparición de los primeros cordões (cordones), al inicio de los años 20, como surgimiento del Carnaval como más se aproxima al de hoy. La popularización del Carnaval en Brasil ocurre con el surgimiento de las marchinhas (marchitas de Carnaval), destacándose la primera composición musical hecha especialmente para el Carnaval, "Abre Alas" de Chiquinha Gonzaga, encargada por el cordão Rosas de Ouro, en 1899. En 1917 surge el samba, un nuevo género musical, nacido en las fiestas de las tías bahianas, con un ritmo que mezcla el lundu, el frevo y la polca. Fue al son del samba que el Carnaval se consagró como la fiesta más brasileña de las fiestas, marcando la identidad del país. Y en Rio de Janeiro...? Con el correr de los años diferentes manifestaciones populares caracterizan el Carnaval carioca, cada cual con un objetivo, además de la mera diversión. Sea el caso de las Grandes Sociedades, con su tenor "crítico-educativo", sea el caso de los blocos y los ranchos, con su carácter de resistencia, lo que vale notar es cómo esas diferentes manifestaciones del Carnaval de rua (Carnaval callejero) convivieron entre sí durante años utilizando el espacio público -la calle- para en medio de la juerga afirmar su identidad y propósitos en la sociedad. ENTRUDOS Y MASCARADOS Hasta a Don Pedro II le gustaba una guerra de limones... En el siglo XIX, los segmentos populares, a través de las canciones, representaciones teatrales, inversión de papeles sociales y utilización jocosa de los signos de poder, demostraban su resistencia a las situaciones que les eran opresivas. El Carnaval representaba una posibilidad de participación cultural (aquí puede ser extendida la actuación de estos ciudadanos como "actores políticos") dentro del cuerpo de la sociedad. El entretenimiento, el juego y las bromas de los entrudos y de los mascarados (enmascarados) son vitales para comprender cómo la fiesta popular del Carnaval de rua carioca trae en sí, desde su inicio, la crítica política y social a través de sus manifestaciones. El Carnaval era el momento de subvertir las reglas de lo cotidiano. Los entrudos, conocidos como guerra de limones entre las personas, eran la oportunidad de los sectores "bajos" de la sociedad (incluyendo los esclavos) de, al mismo tiempo, divertirse y reinventar, a su manera y entre sí, esas bromas, ya que, al contrario de lo que muchos piensan, el entrudo no era practicado solo por las camadas pobres de la población; hasta sectores de la alta sociedad, incluido aquí Don Pedro II (emperador del Brasil), hacían uso del entrudo en Carnaval. El limão-de-cheiro (limón de olor) era el arma predilecta para hacer las bromas; estos limones eran producidos artesanalmente por las familias y se dedicaban a su fabricación durante varias semanas. Hechos de cera, llevaban dentro un líquido (agua u orina) y las personas se los tiraban unas a otras. Esta costumbre atravesó el siglo XIX teniendo su apogeo en la mitad de éste. En la manifestación carnavalesca callejera de los mascarados era más explícita la crítica a las capas más altas de la sociedad. A través de las máscaras la población pobre escondía su identidad y hacía "pillerías" con el "status" social de su disfraz: un saco del revés, una galera agujereada, un vestido de dama remendado. La inversión de los papeles sociales se tornaba la tónica de la diversión. Por otro lado, otros sectores de la población también utilizaban las máscaras para difamar y ridiculizar a ciudadanos envueltos en escándalos políticos o amorosos. Una vez más el Carnaval de rua sirve como momento de sátira de la sociedad. ZÉ-PEREIRA El barullo y el estruendo del zé-pereira en las calles de la ciudad
"Y viva el Zé Pereira El Zé-Pereira surgió en el Carnaval de 1846, cuando el portugués José Nogueira de Azevedo Paredes extrañando las fiestas de su país de origen, el sábado de Carnaval reunió a un grupo de patricios con sus tambores y zabumbas (bombos), y salió haciendo barullo por las calles del centro de la ciudad. El suceso fue tan grande que al año siguiente pequeños grupos munidos de tambores y latas salieron a las calles imitando al portugués. Con la remodelación de la ciudad dirigida por el prefecto Pereira Pasos, a partir de 1904, el zé-pereira, el entrudo y la "pillería" de los mascarados comenzaron a perder terreno con respecto a otras manifestaciones de calle. La posición contraria del gobierno frente a las manifestaciones de cuño popular puede ser explicada por el contexto histórico de la época; tratándose del nuevo período político del país -la República-, el gobierno consideraba extremadamente intolerable la promiscuidad sociocultural existente en las fiestas religiosas y en los días de Carnaval. Se trataba del momento de instauración plena del capitalismo en Brasil, cuando la clase dominante pasaba a tener como objetivo ajustar a los segmentos populares al nuevo orden en que el trabajo libre se instauraba. GRANDES SOCIEDADES El Carnaval de Venecia en Rio de Janeiro Los segmentos medios de la población, especialmente los sectores intelectualizados, utilizaban los desfiles de las Grandes Sociedades Carnavalescas como vehículo de diseminación de la civilización y del progreso, desechando las manifestaciones de las camadas más pobres de la población. Surgido alrededor de 1850, el desfile de las Grandes Sociedades era formado por carrozas, compuesto de varias mujeres semidesnudas, que criticaban al gobierno imperial y a la esclavitud. Pero a pesar del tono democrático, nada tenían de populares. Tal afirmación puede ser constatada en el comentario del escritor José de Alencar alertando sobre el pasaje del primer club, luego llamado sociedad, surgido en Río de Janeiro -O Congresso das Sumidades Carnavalescas- del cual él era parte: "Muchas cosas se preparan este año para los tres días de Carnaval. Una sociedad creada durante el año pasado y ya cerca de los 80 socios; todas personas de buena compañía, debe hacer el domingo su gran "promenade" por las calles de la ciudad. El lunes por la tarde en vez del paseo por las calles de la ciudad, los "mascarados" se reunirán en el "Paseo Público" y ahí pasarán la tarde como se pasa una tarde de Carnaval en Italia, distribuyendo flores, papel picado e intrigando a conocidos y amigos. (José de Alencar, Gazeta Mercantil, 14 de Enero de 1855) Como puede ser observado, había un intento de asemejarse al Carnaval italiano de Venecia, con sus máscaras y "personas de buena compañía". De hecho la presentación fue tan "perfecta" que hasta la misma Familia Imperial prestigió su paso. En 1856, otra sociedad tomó las calles: la União Veneziana. Era la "distinción" del Imperio. Con el tiempo las calles veían como se multiplicaba el número de sociedades, tales como la Euterpe Comercial y los Zuavos Carnavalescos. Muchas competiciones y disidencias ocurrieron hasta el surgimiento de tres Grandes Sociedades que se consolidaron en el Carnaval de la época: Tenentes, Democráticos y Fenianos. CORSOS Papel picado y lanza perfumes en lugar de los "limones de olor" Con la apertura de la Avenida Central, en 1905, el Carnaval pasó a tener un nuevo espacio y en él un nuevo acontecimiento: el desfile de los corsos. Se trataba de un desfile de autos descapotados en plena avenida, donde los ricachones dueños de los vehículos se tiraban entre sí, ya no más los limones de los entrudos, sino las novedades de la época: serpentinas, papel picado y lanza perfume. Esto se realizaba bajo la mirada de las camadas más pobres de la población, que asistían extasiadas a la exhibición. La moda del corso movilizó multitudes durante aproximadamente treinta años. El corso se iniciaba aproximadamente a las cuatro de la tarde del día domingo y se prolongaba por la madrugada. Esta modalidad carnavalesca desapareció con el advenimiento de los autos cerrados, que sustituyeron a los convertibles usados en los corsos. BLOCOS Y CORDÕES De los blocos de sujos al "Cordão do Bola Preta" Con la remodelación de la ciudad dirigida por el prefecto Pereira Passos, a partir de 1904, el zé-pereira, el entrudo y los mascarados comenzaron a perder terreno ante otras manifestaciones populares. Durante este período "modernización" e "higienización" se tornaron las palabras de moda por parte de todos los detentores del poder. Río de Janeiro, a través de una remodelación urbanística, quería transformarse en una metrópoli de hábitos similares a los extranjeros, especialmente parisinos. Se tornaba necesario eliminar los hábitos "groseros y vulgares" de las fiestas Carnavalescas, fruto de la herencia portuguesa, negra e indígena -símbolos del atraso- para asemejarse a la elegante París. Como el gobierno comenzó a reprimir el entrudo y el zé-pereira, el pueblo se vió obligado a disciplinar los entretenimientos callejeros, organizándose en grupos para festejar el Carnaval; aparecían, entonces, los blocos, cordões (cordones) y ranchos, agrupaciones que originarían mas tarde las escolas de samba. Es importante destacar que tales manifestaciones no estuvieron a salvo de la crítica y la represión. Mientras tanto se iba cambiando completamente la forma del Carnaval de rua carioca. Las músicas y los desfiles de estos grupos organizados daban lugar a la "pillería" de los mascarados, al barullo del zé-pereira y a la suciedad del entrudo. "Abre alas" que quiero pasar... Los cordões surgieron en las últimas décadas del siglo XIX, formados por negros, mulatos y blancos de origen humilde que animaban las calles al son de instrumentos de percusión, con una fuerte influencia de los rituales festivos religiosos africanos. La figuras destacadas eran el "porta-estandarte" y una composición musical propia para su exhibición (de ahí la importancia que tuvieron para las futuras escolas de samba). En los ensayos para el Carnaval de 1899, una comisión del cordão Rosas de Ouro solicitó a Chiquinha Gonzaga que compusiese una música para el grupo. Ella compuso "Abre-Alas", canción eternizada y obligatoria en cualquier baile carnavalesco. Desde ese año en adelante, los cordões evolucionaron de tal manera que pasaron a constituir la característica más destacada del Carnaval de rua. En los inícios del siglo XX, el número de ellos llegó a 200. En 1905 el diario O Pais declaraba que si ningún club, o ninguna de las Grandes Sociedades saliesen a las calles, los cordões representarían al Carnaval de rua carioca. La decadencia de los cordões es señalada por la transformación de la ciudad y por el surgimiento de los ranchos, que a su vez, influyeron en el origen de las escolas de samba. Muchos existieron por largo tiempo, otros tuvieron vida breve, pero es innegable la fuerza de su actuación en la época. El gran remanente de los cordões está activo hoy en día, adaptándose a las novedades sin perder sus características básicas: el Cordão do Bola Preta, fundado el 31 de Diciembre de 1918. El grupo todavía arrastra una multitud por las calles del centro de la ciudad el sábado de Carnaval. De los Blocos a las Escolas de Samba Un tipo de bloco extremadamente popular era el bloco de sujos, donde imperaba la irreverencia, lo libertino y la parodia. La designación sujo (sucio) no por casualidad apareció justamente en 1904, época de apología de la limpieza en la "nueva sociedad capitalista" moldeada a partir del ejemplo europeo. Con la desaparición gradual de los cordões, los blocos crecieron en número y luego se organizaron en estructuras cerradas, formadas en las comunidades (blocos de samba) y otras formas más libres y populares (blocos de sujos o callejeros). Los primeros fueron predominantemente influenciados por las culturas negras y se transformaron en los "embriones" de las renombradas escolas de samba del Carnaval carioca: el Vai como pode (va como puede) dio origen a Portela, el Arengueiros a Mangueira y el Prazer da Serrinha a Império Serrano. RANCHOS El teatro lírico ambulante en Brasil Así como el cordão, el rancho era una agremiación carnavalesca modesta, compuesta por segmentos excluídos de la sociedad. A pesar de hacer su primera aparición en el Carnaval carioca de 1873, ya existían en la ciudad antes de esa fecha por influencia religiosa: desfilaban en conmemoración de los festejos "natalinos" el día 6 de enero (día de Reyes). Por poseer letra y música propias, acabaron por crear un género musical cadencioso con gran riqueza melódica -la marcha rancho-, además de inaugurar el "teatro lírico ambulante" en Brasil. Con la evolución de las escolas de samba, los ranchos declinaron, dejando para la posteridad las figuras del mestre-sala (maestro de sala) y porta-bandeira (porta bandera) y de las pastoras ricamente adornadas (bahianas). Curiosamente, en el primer Carnaval del siglo XXI y después de décadas de ostracismo, una nueva agremiación del género resurgió con el nombre lírico de Rancho da Flor do Sereno. La idea tomó cuerpo durante las reuniones de sambistas en el bar Bip-Bip, en Copacabana, Zona Sur de Rio. Colombinas, melindrosas, damas, malandras y bohemios desfilaron al son de la marcha que lleva el nombre del rancho, con arreglos de trazos antiguos. PRIMEROS BAILES Vals, tango y maxixe en los salones nobles El primer baile de máscaras del que se tiene noticia en Brasil fue realizado en el Hotel Italia (Largo do Rócio, Rio de Janeiro) en 1840, por iniciativa de sus propietarios, de origen italiano. La idea fue sustentada por el éxito de los grandes bailes de máscaras en Europa. La repercusión fue tan grande que muchos otros siguieron a este, marcando, también a través del Carnaval, las diferencias de clases que transitaba la sociedad brasileña; de un lado la fiesta de la calle, al aire libre y popular y del otro el Carnaval de salón, que agradaba sobre todo a la clase media emergente del país. De los salones, los bailes se transfirieron a los teatros, animados principalmente por el ritmo de la polca, primer género que fue adoptado como música carnavalesca en Brasil. Luego se sumaron la quadrilha, el vals, el tango, el cake walk, el charleston y el maxixe. Estos ritmos eran ejecutados sólo en versión instrumental. Recién alrededor de 1880 los bailes pasaron a incluir la versión cantada, entonada por los coros. En 1907 fue realizado el primer baile infantil, dando inicio a las famosas matinês. Las novedades no terminaban ahí y las modalidades se multiplicaban, como las fiestas en casas de familia, bailes al aire libre, bailes infantiles y hasta bailes en el circo. En 1909 surge el primer concurso, premiando a la mujer mas bella, el disfraz más bonito y a la mejor danza. Los premios eran joyas valiosas y solamente los hombres tenían derecho a votar. En fin, el Carnaval crecía a cada año, pasando a ser parte de la realidad cultural del país, en tanto en Europa ya se notaba su decadencia. Por esa misma época la clase media se preparaba para invadir las calles con otra novedad europea: los desfiles de carros alegóricos (carrozas). El pionero de la idea fue José de Alencar, uno de los fundadores de la sociedad de las Sumidades Carnavalescas. ESCOLAS DE SAMBA Desorganizando y organizando el Carnaval carioca Con las grandes sociedades desfilando, mostrando su crítica social y política a ritmo de óperas, con lujosos disfraces y carrozas, organizadas por las clases sociales mas ricas; los ranchos pasando al ritmo de su marcha característica y los blocos sirviendo de diversión para las clases más pobres, que habitaban los morros y los suburbios cariocas, se formaba el cuadro de manifestaciones del Carnaval de rua en Rio de Janeiro durante las primeras décadas del siglo XX. El surgimiento de las escolas de samba vino a desorganizar estas distinciones a través de un rápido ascenso en la vida cultural de la ciudad, que culminó, en parte, con la decadencia y la gradual desaparición del Carnaval de rua. Las escolas de samba se transformaron en la atracción mayor del Carnaval, interligando diferentes clases sociales durante sus días de desfile. Las escolas de samba, nacidas en los morros y suburbios, ocupan hoy con su desfile el lugar de "mayor espectáculo" del Carnaval carioca (y por consiguiente, brasileño). Surgieron alrededor del año 1920, período histórico en el cual cada clase social tenía una forma particular de vivir el Carnaval. El núcleo social de formación de las escolas fueron los blocos: ellos tenían la función de representar en forma positiva, en diferentes áreas de la ciudad, el grupo social que los componía. Una mayor ampliación del espacio social de estos habitantes de los morros y suburbios era pretendido detrás de la formación de las escolas. La primer competencia entre escolas de samba fue el 7 de Febrero de 1932 en la Praça Onze, y fue organizada por el periodista Mário Filho. Preocupado por la falta de temas para tratar en su periódico, O Mundo Sportivo, entre los meses de diciembre y marzo, creó el primer concurso de escolas de samba. La promoción tuvo gran repercusión en la prensa y en el Carnaval siguiente, en 1933, el periódico O Globo se hizo cargo del desfile. Dos años después la Preifetura do Rio (municipalidad) pasó a subvencionar el evento, oficializándolo como parte del Carnaval carioca. En 1942, con la demolición de la Praça Onze, surge la Avenida Presidente Vargas como nuevo lugar para los desfiles, perdurando por muchos años. Las escolas comienzan a ganar el espacio de los ranchos y de las grandes sociedades en la disputa de la hegemonía del Carnaval. En 1946 surge el samba enredo (samba con "argumento") pues el gobierno municipal prohibía que las escolas canten versos improvisados, llevando al lugar del desfile una música definida. El desfile de las escolas de samba no paraba de crecer y en la mitad de la década del 50 la clase media pasó a frecuentar los ensayos de las escolas. En 1957 el desfile fue realizado en la Avenida Rio Branco. La alta sociedad se rindió a la popularización creciente y pasó a asistir al desfile. PERSONAJES DEL CARNAVAL El Rey Momo, la Reina del Carnaval, Pierrot, Arlequín, Colombina, Clóvis... el Carnaval no sería el mismo sin la presencia de estas figuras que encantan y alegran a los foliões (plural de folião: juerguista, fiestero), participantes de la folia (folía, juerga, jolgorio). Durante el Carnaval son días de folia. Rey Momo En la mitología griega Momo era el dios de la alegría y el delírio (tan irreverente que acabó siendo expulsado del Olimpo). En la Roma antigua el más bello de los soldados era coronado Rey Momo y tratado como un verdadero señor, comiendo, bebiendo y divirtiéndose hasta la extenuación. Pero cuando la fiesta acababa era llevado al altar de Saturno y era sacrificado. La figura del alegre monarca de la folia surgió en el Carnaval carioca de 1933. Hasta 1967 la elección del Rey Momo se daba por indicación de entidades carnavalescas y periodistas. De ese año en adelante, el concurso fue oficializado por ley estatal y a partir de 1988, por ley municipal. Reina del Carnaval Ellas son el brillo y la gracia del Carnaval y, junto con el Rey Momo, presiden la apertura de la fiesta. Instituído a partir de 1950, el concurso para Reina del Carnaval y sus princesas dió mucho que hablar: en los primeros años el sistema de votos vendidos era el que valía para elegir la beldad de la folia. Recién diez años después del primer concurso pasó a valer de voto de calidad, o sea: la candidata tiene que ser realmente bella para reinar al lado de Momo. Bate-bola Terror de los niños de varias generaciones, los bate-bolas o Clóvis andan siempre en grupo, con sus ropas (macacões) coloridas y máscaras transparentes, con un orificio en el lugar de la boca, en el cual casi siempre hay un chupete. También llevan una vejiga atada a un varilla, para asustar a los chicos del barrio. A pesar de ser una manifestación de los antiguos carnavales, todavía es común ver tales grupos en la Baixada Fluminense. Pierrot, Arlequín y Colombina Son los tres personajes fundamentales de cualquier baile de disfraces o desfile de escola de samba. Surgieron con la Comedia Italiana, una compañía de actores que se instaló en Francia entre los siglos XVI y XVIII para difundir la Commedia dell'Arte, forma teatral con tipos regionales y textos improvisados. Pierrot es el sentimental, el ingenuo, apasionado por Colombina. Arlequín es su rival: un payaso farsante y cómico que viste un traje hecho a partir de retazos triangulares de varios colores; y Colombina -inspiradora de tantos versos- seductora, voluble y siempre bien vestida. Ella enamora a Pierrot y es amante de Arlequín. Rápida la muchacha ¿no? DISFRACES Belleza, creatividad y nombres pomposos El Carnaval tendría poco brillo sin la presencia de estas verdaderas obras de arte. Ellos fueron los pioneros de una de las mas tradicionales manifestaciones del Carnaval: el concurso de disfraces. El primer concurso oficial de disfraces ocurrió el 24 de Febrero de 1936. Solo imaginen la sorpresa de los foliões al ver aquellos vestuarios sorprendentes en la confección; y claro, en la creatividad. Durante mucho tiempo, la competición de disfraces era la gran "distinción" del Carnaval. Los concursos se llenaban durante la época de la folia, en diferentes bailes como el High Life, gala del Teatro Municipal. Los locales donde se realizaban los concursos cambiaron mucho desde la época dorada del Carnaval: Teatro Municipal, Hotel Glória, Hotel Nacional Rio, Copacabana Palace Hotel, Scala y Canecão (donde fuera realizado el primer Baile Oficial de la Ciudad de Rio de Janeiro). |